Nombre de la escuela: ESCUELA DE MILÁN
Representantes
En un comienzo fueron Mara selvini parazzoli, Luigi Boscolo, Gianfranco Cecchin, Giuliana Prata. Su trabajo se inserta en sus inicios en la línea de terapias estratégicas. Estos autores simultanearon durante años el trabajo psicoanalítico con las sesiones familiares conjuntas y encontraron su propio estilo. Escriben el libro Paradoja y Contraparadoja. Barcelona: Paidós, 1989, el cual fue de gran impacto entre los sistémicos norteamericanos, lo consideran como “verdadera sistémica” por la elegancia de sus intervenciones y los resultados en una o dos sesiones. Otro artículo es el de Hypothesizing, circularity, neutrality: Three guidelines for the conduct of the session. Family Process, 19 (1), 7-19. Último libro que realizaron de manera conjunta, y en el cual se describe la entrevista como proceso de contrastación de hipótesis clínicas de tipo relacional sistémico.
Boscolo, L., Cecchin, G., Hoffman, L., y Penn, P. (1987). Obra más representativa, Terapia familiar sistémica de Milán. Buenos Aires: Amorrortu, 1989. Evolución hacia el constructivismo. Reflexión epistemológica sobre el papel del observador, posibilidad de intervenir y generar cambio.
Selvini Palazzoli, M., Cirillo, S., Selvini, M., y Sorrentino, A. M. (1988). Su obra Los juegos psicóticos en la familia. Barcelona: Paidós, 1990 Se presenta un nuevo modelo sistémico y relacional, el del juego familiar. Aportación ligada a la práctica clínica, al marco conceptual sistémico.
Escuela de Milán
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE ACCIÓN
En un inicio el formato es tratado por los pacientes más graves, trastornos alimentarios y psicóticos.
En 1980 la escuela de Milán describe su método de entrevista, guía para gran parte de los terapeutas sistémicos. El proceso se inicia ya en el mismo contacto para la petición de consulta. Mediante una ficha telefónica se recoge información básica sobre el derivante y la familia que permita elaborar una hipótesis circular inicial acerca de la función específica que para cada miembro de la familia cumple el síntoma del paciente identificado. Su análisis detallado puede aportar elementos orientadores acerca de las expectativas que tiene la familia del tratamiento.
Tres premisas básicas que funcionan como eje que guía las preguntas. Una es la Hipotetización: donde se establece el punto de partida, se verifica la validez de la misma e incluye a todos los miembros de la familia. La hipótesis inicial se revisa en el transcurso de la sesión, de modo que gran parte de las preguntas del terapeuta van dirigidas a confirmar o refutar la hipótesis inicial. Una parte del equipo se mantiene detrás del espejo unidireccional que permite asegurar el logro de la condición de neutralidad del terapeuta respecto de la familia, considerada como indispensable, así como el mantenimiento de una "meta-posición" con respecto a la familia, el intervalo entre sesiones es de un mes, los efectos de la entrevista y de la intervención final deben digerirse lentamente.
Dos la de Circularidad: en esta se muestra la capacidad del terapeuta para conducir la sesión en términos de cambio. Los efectos de la entrevista y la intervención es más visible puesto que, dada las interconexiones circulares entre los miembros de la familia, los pequeños cambios en uno de ellos afectan a los demás, y luego a la inversa, hasta que se genera una serie de cambios en cadena, que precisan cierto tiempo para desarrollarse.
Y tres la de neutralidad: donde se evita alianzas con algún miembro de la familia. El equipo de Milán también pone especial cuidado en captar y neutralizar lo antes posible cualquier tentativa de coalición, seducción o relación privilegiada con nosotros realizada por algún miembro o subgrupo de la familia. El terapeuta sólo puede ser efectivo en la medida en que se coloque y mantenga en un nivel diferente (metanivel) del de la familia.
LAS TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN MÁS DESTACADAS DEL GRUPO DE MILÁN SON:
Juego familiar, Connotación positiva, Contraparadoja, Rituales.
